Volver a Blog Automatización Industria 4.0 ¿Cómo afectará la cuarta revolución industrial a la logística? septiembre 27, 2017 La logística es un sector vital para muchos sectores industriales. Como ellos, no se va a librar de los efectos y las tecnologías que caracterizarán la cuarta revolución industrial. Es más, la supervivencia de muchas empresas dedicadas a la logística depende de si adoptan o no los cambios y avances de la Industria 4.0. En un sector que no suele destacar por ser puntero en innovación, los cambios que tendrán que aplicar serán una revolución para las empresas. Y para bien, porque les van a sacar mucho partido. Estas modificaciones se van a llevar a cabo, por un lado, en el área del software con el que trabajan las empresas de logística. También de la información que tienen que gestionar. Por otra parte, los cambios también van a llegar a los propios transportes. Todo gracias a la implantación, a medio plazo, de los vehículos autónomos sin conductor. Tanto coches como camiones autónomos comenzarán dentro de unos años a poblar las carreteras sin necesidad de tener que depender de un conductor. Datos y software para optimizar el sector de la logística La transformación del sector dedicado a la logística y el transporte ya ha comenzado, aunque muchos todavía no lo hayan percibido. Las aplicaciones y herramientas necesarias para la optimización y mejora de los sistemas de gestión del transporte ya están en desarrollo. Muchas ofrecen muchas más posibilidades de las que ofrecían los sistemas encargados de la gestión logística hace tres o cuatro años. Y, encima, por un coste muchísimo menor. Gracias a la Inteligencia Artificial y a Internet de las Cosas, el sector logístico puede contar con muchos datos. Los recogerán las empresas que adopten los cambios que traerá consigo la industria 4.0. También las que operen con las compañías dedicadas a la logística que evolucionen. Estos datos, tras su procesado y análisis, pueden utilizarse combinados con herramientas software. Su finalidad es sacarles partido para optimizar todos los procesos relacionados con el transporte. De esta manera, se consigue no solo una mejora de los tiempos de entrega, sino también una reducción del tiempo que se tarda en hacerla. Entre otras cosas. Además, la gestión de toda la logística será mucho más sencilla. Esto hará que muchas empresas convencionales opten por abrir sus propios departamentos de logística. Por tanto, dejarán de subcontratarla a terceros. Las empresas de transporte tendrán que adaptarse para poder competir. Y no podrán hacerlo sin las mejoras que pone a su alcance la cuarta revolución industrial. Robots y vehículos autónomos, motores de los avances en logística Como hemos comentado, los coches y camiones autónomos van a venir a solucionar varios de los problemas de la industria logística. Eso sí, a medio plazo. La mayoría de vehículos capaces de circular con cierta autonomía están todavía en fase de pruebas. O en desarrollo, mientras las investigaciones por parte de no pocas empresas del sector del automóvil no cesa. Pero ya no son cosa de la ciencia ficción. Dentro de no demasiado tiempo será posible transportar mercancías de un lugar a otro sin intervención de los humanos. Los robots, otro de los cambios que traerá consigo la industria 4.0, también serán de gran utilidad en logística. Y no solo para cargar y descargar camiones. También para repartir paquetes y dejarlos en la misma puerta de quienes los han pedido. Una de las consignas en la logística del futuro, la inmediatez, hará que el sector tenga que ganar en eficacia y velocidad. Y todo sin aumentar los costes. La tecnología asociada a la cuarta revolución industrial lo hará posible. Por ahora no se sabe a ciencia cierta cuándo se producirá la transformación del sector de la logística. Lo que sí es seguro es que los cambios van a llegar. En la actualidad, ya se pueden automatizar muchas de las tareas que se llevan a cabo en logística: desde la organización de almacenes hasta la carga de camiones. Lo que sucede es que muchos, todavía, no están por la labor de adoptarlas. Algunos porque temen que reduzca los puestos de trabajo en el sector. Otros, porque tendrán que hacer un importante desembolso económico para llevarlos a cabo. Pero, al final, tendrán que hacerlos. Sobre todo si quieren acabar con muchos problemas que tienen hoy en día: escasez de conductores, transporte en varios camiones pequeños en lugar de en otros más grandes y con la carga optimizada, costes elevados en gestión y transporte, etc.